A veces sientes una intuición que te empuja hacia el Reiki, aunque no sepas muy bien por qué. Otras veces llegas porque estás cansada, bloqueada o simplemente buscando un poco de paz. Pero ¿cómo saber si realmente es para ti?
Estas son señales claras —y muy comunes— de que el Reiki puede acompañarte de una forma profunda.
1. Sientes que necesitas parar, pero no sabes cómo
El ritmo del día a día te arrastra, incluso cuando estás cansada.
Si notas que has perdido el contacto con tu calma, el Reiki te devuelve ese espacio seguro donde el cuerpo y la mente dejan de luchar.
2. Llevas tiempo arrastrando tensión emocional
A veces no sabes qué te pasa; solo sabes que algo pesa.
El Reiki no te obliga a hablar ni a revivir nada: simplemente libera lo que ya estás preparada para soltar. La emoción encuentra su salida sin esfuerzo.
3. Te cuesta dormir o desconectar la mente
Si tu cabeza no para, si te despiertas cansada o si sientes que no descansas, el Reiki ayuda a regular el sistema nervioso y a entrar en ondas cerebrales más relajadas. Muchas personas duermen profundamente después de una sesión.
4. Intuyes que hay algo más en ti que no estás escuchando
Esa sensación de “hay algo dentro que quiere decirme algo” es una llamada muy común.
El Reiki amplifica tu intuición, tu claridad y tu coherencia interna.
Empiezas a verte con más honestidad… y más cariño.
5. Estás en un cambio de ciclo
Mudanzas, rupturas, nuevos proyectos, pérdidas, decisiones importantes:
los momentos de transición requieren sostén energético.
El Reiki suaviza y ordena ese tránsito para que lo vivas con más equilibrio.
6. No quieres hablar, quieres sentir
Muchas personas buscan métodos que no dependan de palabras.
El Reiki actúa de forma directa, silenciosa y profunda.
Es un refugio para quienes necesitan descansar de tanto pensamiento.
7. Tienes curiosidad por tu mundo interior
Si te atrae la introspección, la calma, la conexión contigo misma, el Reiki es una de las vías más accesibles y amables para iniciar ese viaje.
La pregunta no es “¿es para mí?”, sino “¿me resuena?”
El Reiki no se impone. Te llama.
Si estás leyendo esto y algo se mueve dentro, esa ya es una señal.