La «rueda Reiki», también conocida como «círculo de Reiki», es una práctica en la cual varias personas se reúnen en círculo y unen sus manos para compartir y canalizar energía Reiki. Cada participante coloca su mano derecha sobre la mano izquierda del compañero de la derecha, formando así una cadena continua de conexión energética.
Durante la rueda Reiki, la energía fluye en un ciclo continuo a través del grupo, pasando de una persona a la siguiente. Aquellos que están en el exterior del círculo reciben energía Reiki a través de su mano izquierda y la transmiten a la persona de su derecha con su mano derecha. Mientras tanto, aquellos en el interior del círculo reciben la energía Reiki de la persona a su izquierda y la envían hacia afuera a través de su mano derecha.
Los beneficios de la rueda Reiki son numerosos:
Potencia la energía: Al unir las manos en un círculo, se crea un campo de energía amplificado que potencia la efectividad de la sanación.
Promueve la armonía grupal: La práctica de compartir energía en un círculo fortalece los lazos de conexión y promueve la cooperación y el apoyo mutuo entre los participantes.
Amplifica la sanación: Al combinar las energías individuales de cada participante, se crea una corriente de energía Reiki más poderosa y efectiva que puede tener un impacto más profundo en la sanación física, emocional y espiritual.
Facilita la circulación de energía: La disposición en círculo permite que la energía Reiki fluya sin obstáculos a través de todo el grupo, lo que facilita una distribución equitativa y armoniosa de la energía sanadora.
Proporciona apoyo y bienestar: La experiencia de recibir y compartir energía Reiki en un entorno grupal puede brindar un profundo sentido de apoyo, conexión y bienestar tanto a los receptores como a los practicantes.
En resumen, la rueda Reiki es una práctica poderosa que potencia la energía sanadora y promueve la armonía y el bienestar tanto a nivel individual como grupal.