A veces es más fácil entender algo si primero despejamos las confusiones. El Reiki es una técnica profunda y respetuosa, pero también es un campo lleno de mitos y malentendidos que pueden generar expectativas irreales o miedos innecesarios.
Aclararlos no solo te da tranquilidad: te permite disfrutar del Reiki de verdad.
1. El Reiki no es magia ni produce milagros instantáneos
No “cura enfermedades” por arte de energía ni reemplaza tratamientos médicos. Lo que sí hace —y lo hace muy bien— es equilibrar, relajar, desbloquear y acompañar procesos físicos y emocionales. Es una herramienta complementaria, no un sustituto.
2. El Reiki no requiere fe, creencias ni religiones
Da igual si eres espiritual, atea, curiosa o escéptica. La energía responde a tu biología, no a tus creencias. El Reiki funciona incluso si no te lo crees, porque tu sistema nervioso y emocional entiende la calma aunque tu mente dude.
3. El Reiki no es invasivo ni manipulativo
No toca zonas íntimas, no ejerce presión, no fuerza nada. No hay riesgo de “absorber” energía negativa de otros ni de que te hagan daño sin querer. Es una técnica extremadamente segura y suave.
4. El Reiki no te “quita problemas”
Lo que sí hace es darte claridad, calma y fuerza interior para afrontarlos desde un lugar más centrado. Te ayuda a ver con más luz lo que antes te confundía. No resuelve por ti, pero te devuelve a tu eje.
5. El Reiki no es solo para momentos de crisis
Muchas personas se acercan cuando ya no pueden más, pero su verdadera fuerza aparece cuando lo integras como mantenimiento emocional y energético. Es como una ducha interior: no esperas estar sucia para usarla.
6. El Reiki no es una herramienta para unos pocos “especiales”
No necesitas talentos ocultos ni “don”. Todos somos energía. Todos podemos canalizar. Lo único necesario es intención y presencia.
7. El Reiki no te desconecta de la realidad
Al contrario: te la devuelve sin ruido. Te despierta, te centra, te alinea con tu vida real, no con fantasías.
Entender lo que el Reiki no es, abre espacio para que descubras lo que sí es: una práctica profundamente humana que te acompaña a vivir con más calma, claridad y corazón.