Muchas de las heridas que cargamos no son solo nuestras. Según la teoría de los traumas ancestrales, las experiencias dolorosas de nuestros antepasados pueden transmitirse a través de generaciones, afectando nuestro comportamiento, emociones y energía. Reiki ofrece una herramienta poderosa para sanar estas cargas invisibles.
¿Cómo funciona?
En una sesión de Reiki para sanar traumas ancestrales, la energía se dirige hacia los bloqueos energéticos que han sido heredados. Estos bloqueos pueden estar en nuestro ADN energético, en patrones repetitivos de comportamiento o en creencias limitantes.
Por ejemplo, si en tu familia hubo un historial de abandono, podrías estar cargando con un miedo profundo al rechazo. Reiki puede ayudarte a liberar estas energías atrapadas, brindándote una mayor sensación de libertad y paz.
Técnicas específicas
El practicante puede utilizar visualizaciones o establecer intenciones específicas para conectar con la línea ancestral del receptor. También es común trabajar con los chakras raíz y sacro, ya que están conectados con la historia familiar y los traumas emocionales.
Sanar estas heridas no solo beneficia al receptor, sino que también libera a las generaciones futuras, permitiéndoles vivir sin las cargas del pasado.