La luna no solo influye en las mareas y la naturaleza, sino también en nuestra energía. Integrar el ciclo lunar en tus prácticas de Reiki puede ser una forma poderosa de amplificar sus beneficios y conectar con la energía cósmica.
Fases de la Luna y Reiki:
Luna Nueva: Este es un momento de nuevos comienzos. Utiliza esta fase para establecer intenciones durante tus sesiones de Reiki. Conéctate con la energía de renovación para ayudarte a ti mismo o a tus clientes a dejar atrás viejas cargas.
Luna Creciente: Durante esta fase, enfoca tus prácticas en el crecimiento y la manifestación. Aplica Reiki a tus metas o proyectos para darles el impulso necesario.
Luna Llena: La fase más poderosa del ciclo lunar. Es ideal para limpiezas energéticas profundas y para cargar tus herramientas de Reiki, como cristales o símbolos.
Luna Menguante: Esta es la fase para liberar y soltar. A través de Reiki, trabaja en cortar lazos energéticos con aquello que ya no necesitas en tu vida.
Combinar Reiki con el ciclo lunar no solo fortalece tus sanaciones, sino que te ayuda a conectar con el flujo natural del universo. ¿Te animas a probarlo?